martes, 29 de marzo de 2011

Algo raro puede estar pasando

Cada día dependiendo de nuestro humor en determinados momentos creemos estar más jodidos o más contentos que nunca ante la vida. De repente llegas a tu casa después de todo el día trabajando como un robot en tu puesto de trabajo, te preparas para comer calentado del almuerzo de tu casa o pan con café o cualquier pendejada que convierta tu cena el rito menos trascendental del día, luego te sientas en el sofá o te acuestas en tu cama con las medias puestas y en un TV cable de 115 canales te das cuenta que en competencia de toda las grandes cadenas mundiales en Colombia están pasando Chepe Fortuna o peor aún Germán es el Man. Es cuando en un instante de lucidez te das cuenta que algo mal está pasando en este país, se hace incuestionable una correlación entre el atraso en el que estamos sumergidos y la programación del Prime Time de la TV Colombiana. No sabes si la primera es causa o consecuencia de la segunda pero con tristeza adviertes que la situación no es tan buena como Pedro Medina no las quiere pintar. Seguidamente piensas en la clase de personas que pueden gastar horas de sus gloriosas vidas viendo ese tipo de programas, pero más sorprendente aún es cuando te enteras que esos en nuestro país son los programas número uno en rating. Este momento de introspección toma una desenlace desconsolador cuando media hora después notas que tú mismo estas entretenido con el humor desparpajado del "Bellaco" o el "estrego, estrego, beso al mozo beso al marido" del Man. En fin acá está pasando algo raro. Se le concede cierta indulgencia a los mayores que se entretuvieron viendo San Tropel o Topacio porqué en últimas eran estas obras la novedad en conjunto al entusiasmo con la TV, además no había nada más que ver. Pero en pleno siglo XXI esta es la televisión que nos merecemos, por eso no las dan. RCN no está donde está solo por conspiración de los astros, ellos sin duda saben lo que hacen. La muestra es que aún con la variedad de canales y programas que en este momento tenemos disponibles en sistemas digitales, HD, Streaming, etc. la última tendencia en moda urbana para menores de 13 años es tener una cresta y usar una camisa cuyo estampado es un flamante "OE!". Lo raro también es que en un país con tas pocas expectativas e ilusiones en la vida y por ende decepciones y frustraciones ahora ni siquiera estemos entre los 50 países más felices del mundo.

sábado, 26 de marzo de 2011

...Regreso el martes

Comer chocolates, tomar fluoxetina, el alcohol, las drogas, la rumba, promiscuidad, desahogarse en facebook y/o twitter, ir a cine, viajar, hacer ejercicio, terapia, los grupos de apoyo, repetirle la historia a cualquiera que se atraviese, escribir, leer, huir, tirarse de un puente o ahorcarse.
Tal vez hay mas opciones pero estas son las que recuerdo en este momento. Cada quien pasa su tusa de la manera que prefiere o como le toque(ya quisieran algunos poder escoger), lo cierto es que este es mi quinto día tratando de convencerme que todo acabó. En algun momento todavia me da hambre, me da sueño por las noches, llego puntual al trabajo y se me para normal.Pero aún así como sin ganas, no duermo igual, mi trabajo cada vez se siente mas una mierda, y ni siquiera me dan ganas de hacerme la paja.
Apenas creo que estoy comenzando y lo más dificil es en la infima posibilidad de que regreses, miro 400 veces al día la ventana de mi oficina a ver si vienes y nada. Sin embargo trataré de seguirme convenciendo de que aunque el amor siga vivo nuestra relacion se acabo y asi mismo tarde o temprano mi amor desbanecera.
Mientras tanto creo que seguiré escribiendo, por lo menos para mi tusa ésto le hace bien y pensaré con cual de las demás opciones mencionadas voy a hacer mas llevadera esta situacion. Y aunque se que te gustaría no me ahorcaré, pero depronto si hago lo del puente... Regreso el martes.

martes, 22 de marzo de 2011

Ojalá

Estoy jodidamente triste, mal, desanimado, desinflado, desvelado, amargado.
Con esa mujer se jodió este momento de mi vida. ¡No sé que es esta mierda que siento! No sé si lo merezco. Pensándolo bien, por todo el sufrimiento que he causado otras mujeres seguramente esto es parte del karma que tarde o temprano tenía que pagar, y que duro me lo están cobrando. Veinticuatro años y nunca, creo yo que nunca había tenido esta sensación tan horrible (horrible en la peor acepción de la palabra). Yo la amé y la amo. Pero sé que no me conviene amarla más. Nuestro amor me destruye, la destruye, nos destruye. Vaya que me hace sentir especial, me hace sentir que a su lado nada más me falta, que mis sueños de siempre son nimiedad al lado de la gloria de su buena compañía y que sin duda me ha hecho ser una mejor persona. Pero me caga la vida también. No me la soporto, no nos soportamos. Es tan jodidamente parecida a mí que nos hacemos daño. Me hace sentir miserable, me hace olvidar el inmenso valor que creo que tengo, me empequeñece, me manipula, me hace actuar en contra de mi. Muchas veces pensé que todo hubiese sido mejor si nunca la hubiera conocido o si tal vez la hubiera encontrado antes, menos dañada, menos recorrida. Pero descubrí que ahí tampoco estaba el punto. Nuestra historia me llevaría a darme cuenta que ha sido resabiada de siempre y que por el contrario su vida previamente le había dado unas lecciones de humildad y unas fuertes razones para mejorar esa forma de ser vil y mezquina ante quienes la amamos. Pero al parecer las lecciones y las razones no fueron suficientes para ella.
O también está la posibilidad de que no me soportó. Tal vez del mismo modo la hice sentir miserable, la subvaloraba y la volvía pequeña, la manipulaba y la puse a actuar en contra de lo que ella era, mi error también fue quererla perfecta.
Y hoy sobre cualquier cosa espero poder cambiar esta forma de ser tan vil y mezquina ante quienes me aman y ojalá éstas lecciones que me tienen hoy tan jodido, para mí sí sean suficientes... Ojalá.

De regreso a desahogarme...

Recurrentemente pienso el por qué esperar los momentos de inestabilidad para caer en cuenta de las cosas que se vienen haciendo mal. Esto ocurre en los tres campos vitales que son nuestra base de felicidad como personas: salud, dinero y amor. Se dice que cuando alcanzamos el equilibrio entre estas tres se puede gozar de plenidad y de una paz sostenida, siempre y cuando sean cultivado constantemente, porqué tambien es cierto que como un tripode es necesario para su buen funcionamiento que ninguno de sus pilares este en menor condición que sus similares.

Paradójicamente por muy enamorado que esté la facilidad que tengo para escribir una buena carta de amor es inversamente proporcional a lo correspondido que sea con ese gran sentimiento. Sentir que tengo amor para dar pero no un receptor con un buen retorno aflora en mi ese deseo insoportable de agradarle para ganarme ese ministerio haciendo cosas que nunca imaginé hacer. En todo caso esta es la crónica de una muerte anunciada.

El hecho es que en estos días estoy jodido y pienso descargar toda mi frustación consignadola en este blog.

Despues de algún tiempo de abandono regreso con otro "desamor", musa indefectible de mi inspiración...

jueves, 19 de agosto de 2010

Esto es algo viejo pero interesante. Ahora pienso en el tipo de mágia que es necesaria actualmente para conquistar mujeres. Lo malo es que esta varita mágica no es ilimitada y se recarga quincenalmente....



Lo Poético y lo Prosáico, de Luis Tejada

Desde épocas inmemoriales, los poetas habían resuelto absurdamente dividir el universo en dos partes iguales: la parte poética y la parte prosaica; pequeña, admirable y considerable la una. Y grande, fea y despreciable la otra.

Y había cosas poéticas y cosas prosaicas: una rosa sobre un muro viejo, era algo singularmente poético; pero una zanahoria sobre el mismo muro, venía a ser detestablemente prosaica. Una pálida muchacha asomada por la tarde a la ventana, constituía la imagen más poética; pero no lo era, por ejemplo, un hombre con paraguas. Era bello decir: "la vaca de los ojos claros", pero no lo era decir: "esa vaca tiene las orejas grandes". Y había también actitudes poéticas y actitudes prosaicas; estar con los ojos torcidos hacia arriba, el cabello arremolinado y la mano sobre el corazón, era extraordinariamente poético; pero no lo era, y sí muy prosaico, estar caído de bruces en una zanja.

Pero había algunos casos especiales en que las diferencias introducidas por los poetas asumían un carácter realmente sorprendente, por lo absurdo; el oro, por ejemplo, no era admisible para los poetas, sino considerándolo en abstracto o aplicándolo en un sentido simbólico: podía decirse: "cabellos de oro, estrellas de oro, corazón de oro"; pero en cuanto el oro, en su aspecto de artículo de cambio, empezaba a relacionarse con el comercio, ya los poetas principiaban también a detestarlo, a considerarlo como la cosa más prosaica del mundo: un billete, aunque estuviera fuertemente respaldado por áureas barras apiladas en los sótanos del banco, era algo abominable, indigno de incluirse no digo ya en el verso, pero ni siquiera en el bolsillo de un poeta. Toda profesión productiva, todo lo que se relacionaba directamente con el dinero, era despreciado con altivez por los poetas; e igualmente despreciaban a los desgraciados que se dedicaban a acaparar esa vil cosa sucia, que es el dinero; decirle millonario a un individuo, era el colmo de la ofensa a que podía recurrir un poeta; con eso querían significar a un pequeño ser gordo y afeitado, con gruesos anillos en los dedos; a un horrible ente perfectamente prosaico, incapaz de comprender todo lo que puede haber de poético en la rosa sobre el muro derruido o en la pálida muchacha frente al crepúsculo.

Pero ya hoy no sucede así, o mejor, ya empieza a no suceder así; los poetas están adquiriendo un concepto más general y más uniforme del universo; no han dejado, sin duda, de ser sensibles al valor poético de la rosa, pero principian a ser sensibles al valor poético de la zanahoria; han comprendido, al fin, que todo en el mundo es algo poético, inclusive el dinero.

¿Y por qué no? En la realidad de la vida moderna el dinero es el sustituto equivalente de las varitas mágicas, ¡tan poéticas!, de los cuentos de hadas; con la misma maravillosa propiedad con que las varitas mágicas convertían a un patojo en príncipe o a una princesa en dragón, el dinero convierte una choza en castillo, un limpiabotas en millonario, o un poeta en comerciante.
Lo poético y lo prosaico

Luis Tejada

martes, 19 de agosto de 2008

A Mis Padres

Siempre recordaré a mi padre diciéndome mientras me daba mis regaños habituales por mis frecuentes travesuras de niño y al dañar o botar mis juguetes o cosas que me habían regalado, que no valoraba las cosas, que no sabía lo que costaba cada cosa que tenía por que no me había costado trabajo más que abrir la boca y pedirlo, terminando el cada sermón con un solemne: algún día, algún día te darás cuenta del valor de las cosas cuando comiences a adquirirlas por tu propia cuenta, y ese día te acordarás de mí. Efectivamente sí que lo hago y como reza el antiguo refrán nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Hoy por ejemplo me hace falta un abrazo de mis papás y ese que en algún momento cuando lo tuve gratis no lo di, hoy me cuestan mucho dinero y tiempo para poder darlo, pero menos mal aprendí la lección a tiempo, porqué prefiero gastar todo ese dinero y tiempo ahora, que arrepentirme después cuando ni todo el dinero del mundo ni el tiempo en la historia de la humanidad sea suficiente para darles un abrazo en el otro mundo.

A mis Amigos

Lo que tenemos normalmente a nuestra disposición sin ninguna dificultad ni demora, todo el tiempo rodeándonos, se vuelve para nosotros como el aire, imperceptible pero necesario, aire que solo es advertido cuando se carece de éste, mientras que teniéndolo a nuestra disposición podría ser olvidado. Hoy la distancia me asfixia de mis amigos, hoy que no los tengo me doy cuenta lo importante que son para mí, y aunque generalmente encontremos algún mecanismo para sustituirlos, en la distancia absoluta notas lo irrefutablemente significativos que son para ti. Los siempre y nunca bien ponderados amigos, solo perdiéndolos por un tiempo percibo que los necesito, los quiero porqué son esa parte de mí familia que si tuve la facultad de escoger, solo por eso ya son especiales, ahora que tal si hablara de la magia, también como el aire, que en el aura se respira cuando estamos reunidos, echada de menos en otros grupos, y hace que cualquier ocasión por mas inusitada que sea, termine siendo excelente. Mis amigos sostengan la respiración un instante y dense cuenta lo necesario que es algo que nunca en su vida le prestan atención, solo porque nunca les ha hecho falta. No esperen privarse de la amistad para sentir lo imperioso que es tenerla, máxime cuando respirando yo smog, ustedes tienen la posibilidad de respirar una amistad pura como el aire de mi tierra samaria. No permitan que se contamine. Los quiero mis amigos!
Dedicado a todo aquel q en algún momento le dicho que es mi amigo!