martes, 22 de marzo de 2011

Ojalá

Estoy jodidamente triste, mal, desanimado, desinflado, desvelado, amargado.
Con esa mujer se jodió este momento de mi vida. ¡No sé que es esta mierda que siento! No sé si lo merezco. Pensándolo bien, por todo el sufrimiento que he causado otras mujeres seguramente esto es parte del karma que tarde o temprano tenía que pagar, y que duro me lo están cobrando. Veinticuatro años y nunca, creo yo que nunca había tenido esta sensación tan horrible (horrible en la peor acepción de la palabra). Yo la amé y la amo. Pero sé que no me conviene amarla más. Nuestro amor me destruye, la destruye, nos destruye. Vaya que me hace sentir especial, me hace sentir que a su lado nada más me falta, que mis sueños de siempre son nimiedad al lado de la gloria de su buena compañía y que sin duda me ha hecho ser una mejor persona. Pero me caga la vida también. No me la soporto, no nos soportamos. Es tan jodidamente parecida a mí que nos hacemos daño. Me hace sentir miserable, me hace olvidar el inmenso valor que creo que tengo, me empequeñece, me manipula, me hace actuar en contra de mi. Muchas veces pensé que todo hubiese sido mejor si nunca la hubiera conocido o si tal vez la hubiera encontrado antes, menos dañada, menos recorrida. Pero descubrí que ahí tampoco estaba el punto. Nuestra historia me llevaría a darme cuenta que ha sido resabiada de siempre y que por el contrario su vida previamente le había dado unas lecciones de humildad y unas fuertes razones para mejorar esa forma de ser vil y mezquina ante quienes la amamos. Pero al parecer las lecciones y las razones no fueron suficientes para ella.
O también está la posibilidad de que no me soportó. Tal vez del mismo modo la hice sentir miserable, la subvaloraba y la volvía pequeña, la manipulaba y la puse a actuar en contra de lo que ella era, mi error también fue quererla perfecta.
Y hoy sobre cualquier cosa espero poder cambiar esta forma de ser tan vil y mezquina ante quienes me aman y ojalá éstas lecciones que me tienen hoy tan jodido, para mí sí sean suficientes... Ojalá.

1 comentario:

Edwin Pineda dijo...

Ojala, ya te decía que en ocasiones somos emocionales para quebrar relaciones y publicar en el blog lo que sentimos y parece definitivo, cuando va mucho tiempo y muchas situaciones juntos, es bueno hacer un análisis concienzudo y no producto de toda es ira que te caga el momento. Igual quedo muy bacano el post porque te salió en serio de las tripas y ojalá así no sea el fin de la historia, te enseñe a mejorar lo que escribiste al final y que odias de ella y de ti. Un abrazo compadre.